Desde que abrió sus puertas en 1979, Ca’n Miquel se ha convertido en una heladería emblemática, reconocida por la excepcionalidad de sus helados naturales. Su fundador, el pastelero Miquel Solivellas, impulsó la producción limitada de turrones artesanos para romper con la marcada estacionalidad de su producto estrella y seguir trabajando en invierno. Las navidades de 2022, en las que por fin nos reencontramos sin limitaciones después de la pandemia de la Covid-19, fueron la ocasión perfecta para diseñar y celebrar un Nadal de fantasia.

Desde el Atelier asumimos la conceptualización de la campaña navideña para rediseñar un packaging a la altura de un turrón de máxima calidad que en Ca’n Miquel siguen elaborando, 43 años después, con la receta que ideó el abuelo Miquel.

Con el propósito de ensalzar el acto de regalar y celebrar, para el diseño del nuevo envoltorio creamos, junto a Marmola Mans, un packaging que, a través del propio sistema de la marca, envolvía el producto con un lazo. Además, comisariamos el equipo creativo formado por el fotógrafo José Taltavull y la directora de arte Sara Regal en una sesión de fotos que exploraba un imaginario fantasioso y con tintes surrealistas. 

La campaña comenzó con un vídeo teaser en motion graphics que recreaba la acción de desenvolver el lazo, siguió con la inserción publicitaria en los diarios locales y, después, la activamos en los diferentes perfiles de social media de la marca. También nos ocupamos del claiming y del copywritting de la campaña.

Después de tantos años elaborando turrón artesanal con ingredientes 100% naturales, este producto tan característico de las navidades merecía un packaging a la altura. Las cajas de edición limitada (salieron a la venta 1000 unidades) se agotaron dos semanas antes de lo previsto. Sin duda, celebramos con un gran festín creativo una Navidad de fantasía.