UNA JOYA EN EL CASCO ANTIGUO DE PALMA

Cuando los interioristas y decoradores Íñigo Güell e Ingrid Iturralde cambiaron Madrid por Mallorca, tuvieron un flechazo en el callejón de la Calle San Feliu de Palma. La suerte (para todos nosotros), o el destino, quiso que pudieran convertir uno de esos viejos garajes en el espacio desde el que compartirían su visión del alma de las casas.

Recorrieron el mundo para que su público entregado y expectante, disfrutara de los tesoros que traían de cada viaje: maderas, textiles, jarrones, vajillas, telas africanas, butacas, mobiliario nórdico o mesas de jardín. Elementos –diferentes y dispares- que llegaron a convivir en perfecta (y bellísima) armonía.

Cinco años después de su llegada a Palma decidieron cerrar ese capítulo y emprender nuevos retos fuera de la isla.

LA DESPEDIDA DE VIVECA

Así como se estudia, diseña y coordina el lanzamiento de una firma, se debe cuidar con el mismo detalle el adiós. Desde Tania Baides Atelier tuvimos la suerte de diseñar la estrategia para la despedida de Viveca.

Hicimos un inventario del mobiliario y un shooting de cada producto que ordenamos en un catálogo online. Contactamos con posibles compradores del mobiliario y con posibles interesados en el traspaso del espacio. Creamos piezas de comunicación para las redes sociales de la marca, y diseñamos una newsletter para comunicar la despedida y la venta privada. Después de numerosísimas peticiones, visitas y ventas, despedimos a Viveca, conseguimos vender el 90% de su stock, dimos con un nuevo inquilino para su bello local y deseamos (mucho mucho) que sigan llenando de magia y joyas viajeras las casas de sus próximos hogares en el mundo.